Para muchas organizaciones, la pandemia de COVID-19 ha provocado que las operaciones se ralenticen o se detengan. Sin embargo, para la industria de la salud la afluencia de pacientes con COVID-19 ha agotado la capacidad de los hospitales y otras infraestructuras de salud existentes.
Un sistema de hospital regional, que atiende a más de 1 millón de residentes y múltiples ubicaciones de hospitales, decidió trasladar las pruebas de COVID-19 fuera del sitio. Esto les permitió proteger a los pacientes de infecciones y ahorrar espacio en el hospital para casos confirmados.
Al desplegar un "network in a box”" de Fortinet, el sistema hospitalario pudo escalar rápidamente su red segura a múltiples sitios de pruebas temporales ubicados en estacionamientos y gimnasios escolares.
La necesidad de una solución flexible
Al implementar sitios de prueba remotos para COVID-19, la prioridad era seleccionar sitios con capacidad para satisfacer la demanda. Los pacientes necesitaban poder mantener la distancia social mientras esperaban los resultados de sus pruebas. Además, los sitios de prueba pueden necesitar convertirse en hospitales de campaña si los casos exceden la capacidad de la infraestructura existente.
El proveedor de atención médica necesita una solución flexible que pueda implementarse en cualquier lugar.
Dado que las soluciones de Fortinet pueden funcionar con alimentación a través de Ethernet (PoE), solo se necesitaba una única toma de corriente o generador para alimentar toda la solución.
Los componentes principales de la " network in a box”" consisten en un firewall FortiGate de última generación (NGFW), un FortiSwitch y un punto de acceso inalámbrico de terceros, que proporcionan una conexión segura a la oficina en el hogar. FortiExtender proporciona una conexión de respaldo a la red empresarial, lo que permite que el sistema se conecte a través de datos celulares 4G / LTE si no hay una conexión Ethernet disponible.
Despliegue rápido
Los hospitales comúnmente mantienen planes de contingencia para pandemias; sin embargo, en casos recientes como el Ébola, no ha surgido la necesidad de implementarlos. Cuando comenzó la pandemia de COVID-19, el sistema hospitalario necesitaba desplegar sitios de pruebas remotas lo más rápido posible.
La arquitectura de interfaz de programa de aplicación abierta (API) de Fortinet Security Fabric suaviza aún más el proceso de implementación. La organizaciones pueden estar acostumbradas a usar puntos de acceso inalámbrico de terceros y productos de telefonía.
El compromiso de Fortinet con la integración perfecta con productos de terceros significaba que el sistema hospitalario pueda implementar fácilmente una solución.
Mantener el cumplimiento normativo
Si bien la capacidad de desplegarse rápidamente en sitios de prueba remotos era una prioridad, no se puede comprometer el cumplimiento normativo. La información recopilada de pacientes en cualquier lugar, incluso en lugares de pruebas temporales debe de protegerse.
La implementación de FortiGate NGFW en los sitios remotos y la habilitación de la conectividad VPN segura entre ellos en la oficina principal aborda el requisito de confidencialidad. Esto garantiza que los datos del paciente que viajan a través de redes no confiables no estén expuestos a espías.
El Fortinet Security Fabric en su conjunto, permite la visibilidad centralizada y la administración de los dispositivos en estos sitios remotos, aborda los requisitos normatividad. La solución Fabric Management Center ( FortiManager y FortiAnalyzer ) implementada permite al administrar y monitorear las " network in a box”" " de los sitios remotos.
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