Resiliencia en centros de datos: evaluar riesgos y adaptar prácticas
- SCtelecom
- 16 jul
- 3 Min. de lectura
La importancia de la resiliencia
Un centro de datos tiene como misión almacenar, gestionar y ofrecer acceso al dato crítico que impulsa decisiones, operaciones e iniciativas estratégicas. Proteger esta información no solo es una obligación, sino una necesidad para evitar caídas operativas, pérdidas financieras y posibles impactos graves.

La seguridad informática (firewalls, cifrado, controles de acceso) es parte de la ecuación, pero igualmente vital es garantizar el tiempo de actividad (uptime).
Una interrupción prolongada puede provocar pérdida de datos o corrupción de información, afectando directamente la operatividad .
1. Definir el perfil de riesgo
Cada centro de datos es único y su perfil de riesgo está determinado por factores internos y externos:
Desastres naturales: inundaciones, huracanes, terremotos, incendios, tornados, tormentas de hielo, etc.
Fallos de equipos: fallos en refrigeración, apagones de servidores, desconexiones accidentales.
Interrupciones eléctricas: fallos en la red, fluctuaciones de voltaje.
Seguridad física: acceso no autorizado, ubicación de infraestructuras, control de visitas, protocolos de seguridad y formación del personal.
Tras identificar estos riesgos, es fundamental evaluar su probabilidad y posibles impactos. ¿Cómo afectaría una caída de sistema en un hospital, fábrica o centro de comercio?
2. Evaluar equipamiento y accesos
Para anticipar fallos y reducir vulnerabilidades:
Formación del personal: minimizar errores humanos.
Configuraciones adecuadas: por ejemplo, flujo de aire para evitar sobrecalentamientos.
Vida útil del equipo: identificar cuándo los sistemas llegan al fin de su ciclo de vida.
Mantenimiento periódico: imprescindible para garantizar estabilidad .
En cuanto al acceso no autorizado, evaluar:
Número y confianza de los proveedores externos.
Ubicación física del centro de datos (por ejemplo, en hospitales o escuelas).
Medidas de control de ingreso implementadas.
Formación del equipo para detectar comportamiento sospechoso.
Esta valoración permite priorizar acciones según urgencia e impacto.
3. Requisitos normativos y operativos
El Código Internacional de Edificación (IBC) exige que infraestructuras críticas, como centros de datos, se mantengan operativas durante desastres naturales y emergencias.
Las categorías del IBC:
CAT I: riesgo mínimo (almacenes, graneros).
CAT II: estructuras residenciales o comerciales comunes.
CAT III: riesgo significativo (teatros, cárceles, depuradoras).
CAT IV: instalaciones esenciales en emergencia: torres de control, plantas químicas, hospitales y centros de datos
Los centros de datos deben cumplir normas estrictas de diseño y construcción, incluyendo infraestructura sísmica como bastidores de alta categoría (por ejemplo, Zona 4). En hospitales pueden exigirse sistemas resistentes incluso fuera de zonas sísmicas
Además, las mejores prácticas evolucionan: por ejemplo, la forma de instalar bandejas portacables ha cambiado para minimizar daños durante eventos sísmicos .
4. Personalización según el entorno
Lo que funciona en un centro de datos de Los Ángeles puede no servir en zonas con tornados. Cada diseño debe adaptarse a la realidad local:
En zonas sísmicas, usar varillas roscadas para sujetar bandejas.
En regiones con vientos extremos, considerar el riesgo de proyectiles y configurar anclajes adecuados .
Conclusión
La resiliencia en centros de datos no es una estrategia única: requiere evaluar riesgos específicos, cumplir con normativas locales, y adaptar prácticas de ingeniería e infraestructura según el contexto. Solo así se garantiza la continuidad operativa y la protección del dato crítico.
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